- Área: 900 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Rafael Gamo , Moritz Bernoully
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situada al poniente de la Ciudad de México, la casa se emplaza dentro de un terreno con dos características particulares: una topografía abrupta y unas colindancias sobresalientes. Estas últimas abrazan al predio por tres de sus cuatro bordes. Para evitar que la casa quedara sepultada entre sus límites preexistentes, la planta del jardín se eleva un nivel, quedando debajo las áreas de servicio y el estacionamiento. De esta manera se genera un basamento permitiendo un mejor asoleamiento y aislamiento hacía la calle.
Encima de este zoclo, tres bloques de concreto blanco contienen el extenso programa arquitectónico. Están colocados según la orientación de tal forma que generan amplios vacíos exteriores: jardines, patios y terrazas. De estos vacíos nacen las conexiones entre los tres bloques materializados por losas, escaleras, puentes y corredores. Estas comunicaciones transparentes permiten una deambulación -una promenade architecturale- a través de los tres volúmenes interiores en una continua e intensa relación con el exterior, difuminando los límites entre ambos.
Al centro del proyecto, un patio de agua forma el núcleo central de la composición arquitectónica del cual se desprenden escaleras, puentes, losas, muros y terrazas que se introducen en los bloques comunicándolos. En medio del patio descansa un ahuehuete que proyecta sus sombras sobre los muros blancos de concreto.
La luz natural baña los espacios interiores a través de grandes vanos y en ciertas ocasiones de manera más controlada con suaves gestos. En los muros, la madera utilizada en la cimbra los marca y deja su huella, concediendo una suave textura que cambia continuamente a lo largo del día en su diálogo con la luz. En contraste con el concreto blanco, los barandales están forjados con durmientes de recuperación, conteniendo la intimidad del interior.
Uno de los tres bloques incorpora en su azotea -la quinta fachada- como punto final a los recorridos y secuencias, invitando al usuario a demorarse y pausar dentro de un íntimo perímetro de vegetación. El jardín constituye aquí un paisaje intermedio, el elemento fundamental que liga sólidamente la arquitectura a su contexto.